“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”
Salmos 139:23-24
La forma en que piensas determina la forma en que te sientes y la forma en que te sientes determina la forma en que actúas. Si quieres cambiar algo en tu vida que no te gusta, no comiences con tus acciones, ni siquiera con tus sentimientos. Empieza con tus pensamientos.
Hay por lo menos 4 pasos que tenemos que hacer para poder experimentar un cambio y transformación en nuestras vidas.
Estar cansado de seguir en lo mismo: No va a pasar nada en tu vida hasta que te sientas insatisfecho. Tienes que desesperarte y estar ansioso por un cambio. En Jeremías 29:13 dice “Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme”.
Conoces la vieja frase: “Puedes llevar a un caballo al agua, pero no puedes obligarlo a beber”. Pero puedes poner sal en su avena y esto producirá sed. Dios a veces coloca “sal en nuestra vida” para crear más sed por Su presencia.
Dejar de buscar culpables: Si sientes estar lejos de Dios, adivina quién se mudó. En Isaías 59:2 dice “Son sus pecados los que los han separado de Dios”. Dios no se ha movido ni se fue de vacaciones. Dios siempre ha estado ahí. Si estoy pasándola mal no es culpa de nadie más sino solamente de mí y esto si requiere acción de mi parte.
Rendirme y entregarme: El salvavidas no puede rescatar al ahogado hasta que este no baje sus brazos y se rinda, de lo contrario ambos se ahogan. El joven rico en la historia de Jesús dijo en Lucas 15:19 “Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros”. Se hartó, volvió en sí. Reconoció su error y se entregó.
Celebra el cambio: Cuando uno ha logrado llegar a la meta propuesta existe un aire de fiesta. En Lucas 15:23 el padre dijo “traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta”. La vida se convierte en fiesta cuando hay transformación y esto motiva para seguir con el proceso de cambio en la vida.
CONCEPTO IMPORTANTE
Si puedes cambiar tu forma de pensar, cambiarás tu forma de sentir. Y si cambias la forma en que te sientes, entonces cambiará la forma en que actúas. La transformación es un proceso, pero el punto de partida para el cambio es rendirme y entregarme bajando mi guardia.
La transformación nos cambia del vacío a la plenitud. Nos ayuda a convertirnos en todo lo que Dios quiere que seamos. Cuanto más me aleje de Dios, más problemas tendré en mi vida. Por otro lado, cuanto más me acerque a Dios, más se transformará mi vida.
En 2 Corintios 5:17 dice “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Dios quiere seguir cambiándome y esto hay que celebrar.
MOTIVO DE ORACION
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para decirte que estoy harto de mi manera de vivir. Necesito un cambio en mi vida y reconozco que yo me he alejado de ti. Hoy vengo para pedirte que me renueves y me transformes y me devuelvas el gozo de mi salvación.