World Vision y el Grupo Barna han publicado un extenso estudio sobre milenials y Generación Z con entrevistas a más de 15.000 personas de 25 países diferentes.
REDACCIÓN PD. “La Generación conectada”. Así ha titulado World Vision el informe que ha publicado este mes de julio, en colaboración con el Grupo Barna, sobre milenials y Generación Z. El detallado documento ha sido elaborado con las respuestas de 15.369 personas de entre 18 y 35 años y de 25 países diferentes.
La publicación recoge las perspectivas de las generaciones jóvenes sobre su relación con el mundo y con lo que sucede en él, pero también indaga en su percepción sobre la fe y de qué forma reconocen sus necesidades espirituales propias. “Este estudio revela que los adultos jóvenes tienen una mentalidad global y un deseo genuino de marcar la diferencia. Pero el informe también muestra la necesidad de repensar la forma en que, tanto las iglesias como nosotros, conectamos con los adultos jóvenes”, ha señalado el presidente y director ejecutivo de World Vision International, Andrew Morley. “Si impactamos de manera duradera en estos jóvenes, impactaremos el mundo”, añade.
Tanto desde World Vision como desde Barna remarcan que se trata del estudio más exhaustivo publicado sobre este tema y que se ha hecho con la voluntad de ayudar a las iglesias y a su liderazgo a apreciar las necesidades de los jóvenes y aproximarse a ellos. “Hemos obtenido una visión única sobre el desarrollo espiritual de los milenials y la Generación Z, así como de los problemas y preocupaciones más apremiantes que enfrentan. El informe ayudará a los líderes cristianos de todas las edades a conectar con estas generaciones”, ha asegurado el presidente del Grupo Barna, David Kinnaman.
La soledad y la ansiedad, los principales retos
La soledad es uno de los principales retos de los jóvenes, según el estudio. A nivel general, el 57% de los encuestados dice sentirse conectado con el mundo, pero solo uno de cada tres se sienten atendidos por quienes les rodean. En España, la diferencia es todavía mayor. Hasta el 70% de los jóvenes españoles entrevistados dicen estar vinculados con otras personas en el mundo, pero únicamente el 26% aseguran ser cuidados por su entorno más cercano, y el solo 28% afirma tener a alguna persona que crea en ellos.
“Hablamos de la generación más conectada de la historia, que con las nuevas tecnologías saben todo lo que pasa en el mundo, pero que en lo cercano se siente sola. Viven con ansiedad las decisiones sobre su futuro”, explica a Protestante Digital el directo general de World Vision España, Javier Ruiz.
“La conexión global no sustituye a la cercana. El informe concluye con que las personas de fe sienten una conexión fuerte, y cuanto más fuerte es esa conexión, menor es el sentimiento de temor, ansiedad o soledad”, añade la responsable del Departamento de Fe y Desarrollo de la entidad, Nieves Carabaña.
Precisamente, la soledad está conectada con otra de las principales cargas que la propia generación identifica sobre sí misma. Y es que hasta el 40% se sienten inseguros respecto a su futuro, más que los que se muestran optimistas (37%), y el 31% enfoca con ansiedad las decisiones importantes de su vida. ““Esto pide trabajar más en lo cercano y construir relaciones. Si podemos dar en nuestras iglesias una misión atractiva y aspiracional que conecte con el deseo de estos jóvenes de impactar y mejorar el mundo, y a la vez se crea una comunidad acogedora, tenemos vías posibles de trabajo”, subraya Ruiz.
Una generación dispuesta
Según el estudio, casi la mitad de los entrevistados asegura implicarse de alguna manera en las causas que les preocupen y un 30% están realizando algún tipo de voluntariado. En España, aunque hasta el 84% de los encuestados dicen estar preocupados por lo que ocurre en el mundo, solo el 19% se involucran en algún tipo de servicio.
“Son una generación que quiere poner sus creencias en acción. Exigen a los líderes de las iglesias que vivan su fe de esta forma”, apunta Ruiz.
“Hablamos de la generación más conectada de la historia, que con las nuevas tecnologías saben todo lo que pasa en el mundo, pero que en lo cercano se siente sola. Viven con ansiedad las decisiones sobre su futuro”, explica a Protestante Digital el directo general de World Vision España, Javier Ruiz.
“La conexión global no sustituye a la cercana. El informe concluye con que las personas de fe sienten una conexión fuerte, y cuanto más fuerte es esa conexión, menor es el sentimiento de temor, ansiedad o soledad”, añade la responsable del Departamento de Fe y Desarrollo de la entidad, Nieves Carabaña.
Precisamente, la soledad está conectada con otra de las principales cargas que la propia generación identifica sobre sí misma. Y es que hasta el 40% se sienten inseguros respecto a su futuro, más que los que se muestran optimistas (37%), y el 31% enfoca con ansiedad las decisiones importantes de su vida. ““Esto pide trabajar más en lo cercano y construir relaciones. Si podemos dar en nuestras iglesias una misión atractiva y aspiracional que conecte con el deseo de estos jóvenes de impactar y mejorar el mundo, y a la vez se crea una comunidad acogedora, tenemos vías posibles de trabajo”, subraya Ruiz.
Una generación dispuesta
Según el estudio, casi la mitad de los entrevistados asegura implicarse de alguna manera en las causas que les preocupen y un 30% están realizando algún tipo de voluntariado. En España, aunque hasta el 84% de los encuestados dicen estar preocupados por lo que ocurre en el mundo, solo el 19% se involucran en algún tipo de servicio.
“Son una generación que quiere poner sus creencias en acción. Exigen a los líderes de las iglesias que vivan su fe de esta forma”, apunta Ruiz.
Espiritualmente sensible y sedientos
La espiritualidad también es un factor importante para las nuevas generaciones de jóvenes, según la publicación de World Vision y Barna, que refleja que más de la mitad de los entrevistados considera que la religión es “buena para las personas y la sociedad”. El escenario español está más polarizado, con un 46% de los jóvenes que percibe la religión como buena a nivel personal y un 41% que la ve como positiva para la sociedad, en contra del 31% que indica que es mala para las persona y el 35% que la observa como algo perjudicial para la sociedad.
También, para la mayoría de los cristianos que han participado en el estudio (73%) es importante tener a alguien en sus vidas con quien compartir su experiencia de fe. Sin embargo, esta necesidad no se traslada de forma efectiva al terreno de los discipulados, con solo un 13% a nivel global realizando algún programa de este tipo, y un 4% en España.
“El informe dice que el 20% de los jóvenes creyentes echa en falta congregarse junto con sus amigos. Así que esto debe hacernos pensar en que algunos de los que estaban ya no están y cómo acercarnos a quienes se están yendo o se han marchado, cómo acompañarlos. Conversar con ellos y sacar del evangelio los mensajes que son eternos y no cambian, pero comunicárselos en términos posmodernos”, remarca Carabaña.
Con el estudio, dicen desde World Vision, se busca enfatizar en la necesidad de acercarse a este sector de la población, contar con ellos y formarlos. “Estos jóvenes no son el futuro, sino que son el presente. Están ya liderando iglesias y puestos de relevancia en la sociedad. Por tanto, en la construcción de un mundo de justicia, donde el mensaje de Jesús se pueda vivir en la práctica, necesitamos a esta generación. Es impensable trabajar en alianza con las iglesias y no tener en cuenta a esta generación”, apunta Ruiz.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL – Cultura – “Los jóvenes son una generación que quiere poner sus creencias en acción”
MADRID · 05 DE AGOSTO DE 2020 · 19:15